Fiordos del este
- anetta6
- 28 sept 2014
- 2 Min. de lectura
Después de pasar cuatro días en Berunes, fui a Seyðisfjörður a pasar lo que serían otros tres días muy provechosos en todos los sentidos. Entre un hostel y otro está Eglisstadir, que con 2740 habitantes, cuenta con un aeropuerto y varias conexiones a las principales ciudades del este. Gracias a la perfecta localización, éste es un lugar ideal para planear alguna ruta, echarle un ojo al interesante museo de arte y diseño y por supuesto, disfrutar de las vistas, una constante en este país.
Una vez en Seyðisfjörður, o mejor dicho, antes de llegar al pueblo bajando por la carretera tienes unas vistas increíbles, es aconsejable por tanto aparcar el coche a un lado y disfrutarlas como toca, si no te sales del camino por quitar la vista de la carretera (caso real). Aunque a finales de septiembre empieza a ser temporada baja y en octubre cierran hasta abril por el invierno, aun pude ver movimiento y viajeros que descubren la isla. Localizado entre dos grandes montañas y con tan sólo 675 habitantes está considerado uno de los pueblos más pintorescos de Islandia, obviamente por el ambiente que lo rodea y también porque casi ningun otro en el país cuenta con una colección de casas y edificios de madera tan sumamente bien conservados.
El último día cenamos en un sitio que se llamaba Skaftell, un sitio muy acogedor y que el piso de arriba es un centro de arte visual, puedes ver exposiciones de arte contemporáneo a nivel local e internacional, visita obligada. El movimiento cultural de este pueblo es muy potente, así como de festivales de todo tipo. Resumiendo es un sitio perfecto y encima pude ver , aunque fugazmente, mi primera aurora boreal… vuelvo seguro!
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