Gleðilega páska

Pues ya ha pasado la pascua... Estos días en Selfoss han sido muy gratificantes en todos los sentidos, tiempo aparte, claro está. El primer dia si que disfurtamos de un sol digno de primavera, el resto la lluvia y la niebla fueron los protagonistas.

Selfoss me recuerda a mi pueblo, todo el mundo conoce a todo el mundo, salir con un local ha sido una gran ventaja. Aprovechando el sol del primer día, me llevó a una tienda de productos locales y naturales muy chula que se llama Fjallkonan sælkerahús, que significa nada más y nada menos que señora de las montañas. Luego fuimos a comer y me pedí una Selfoss hamburguer, hasta ahí todo normal, típica habuerguesa de la casa con el nombre del pueblo, pero en la versión islandesa la hamburguesa se llama Hnakki burguer. Hay una historia detrás de este nombre, según el local, a Selfoss se le conoce también como Hnakka, que significa un hueso que está en la nuca, por que hará unos veine años los jóvenes cogían sus coches e iban por las calles con la música a toda pastilla moviendo sus cuellos con el mismo movimiento que hacemos para decir sí, pero repetidamente.. de qué me suena eso?

Los siguientes días, entre toma y toma, hubo tiempo para disfrutar del pueblo aunque con niebla, eso sí. El último día antes de volver a Reykjavík, y después de una cena 100% islandesa, con puffin y salmón nada mejor que acabar la noche en una de las cosas que diferencia a este hostel del resto: un jacuzzi en el jardín. Ya puede hacer frió que a 39ºC no importa mucho. Volviendo para Reykjaik cogimos otra ruta diferente para así disfrutar un poco de la costa sur con parada en Selvogur.

Aunque el tiempo no acompñó en general sin duda ha sido un gran comienzo de la ruta hostel.

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